miércoles, 13 de noviembre de 2013

Samsung Galaxy Gear, análisis

Reloj Galaxy Gear

El Samsung Galaxy Gear es a buen seguro el actor más mediático de la carrera por la conquista del “smartwatch”, ese espacio en nuestra muñeca en el que fabricantes de diversa índole están tratando de ofrecer una propuesta que nos convenza de la bondad de la conectividad y las aplicaciones en el reloj.
En una categoría en la que todavía no se atisba un caballo ganador – siquiera que el concepto en sí vaya a cuajar entre el gran público – las propuestas de cada marca parecen poner énfasis en un apartado diferente cada una. Galaxy Gear viene cargado de tecnología, desde aplicaciones en el reloj hasta una cámara integrada en la correa, pero lo que nos va a interesar sobre todo en este análisis es dilucidar si aporta valor como para justificar su precio más allá del efecto novedad. Vamos allá

Características técnicas

Antes de arrancar el análisis, un vistazo rápido a las principales características del Samsung Galaxy Gear:
Samsung Galaxy Gear
Dimensiones y peso56,6 × 36,8 × 11,1 mm; 73,8 g
PantallasAMOLED de 1,63 pulgadas.
Resolución320 × 320 píxeles
Batería315 mAh
ConectividadBluetooth 4.0; NFC en la carcasa de carga
ConexiónmicroUSB en la carcasa de carga; propietaria en el reloj
Memoria512 megas de RAM; 4GB de disco
Cámara1,9 MP autofocus, graba vídeo a 720p / 30 fps
CompatibilidadCon gama alta Samsung: Note 3, Note 2, Galaxy S4, S3, etc.. véase en Xataka Android
Precio299 euros
En las especificaciones empezamos a observar que la aproximación al smartwatch de Samsung es peculiar. Por un lado tiene características de un dispositivo que podría ser independiente a la hora de ejecutar aplicaciones y tiene potencia para correrlas (además de esos 512 megas y 4GB de disco tiene un procesador Exynos de un núcleo a 800 Mhz), pero sigue la visión de “complemento del smartphone” con el que debemos emparejarlo si queremos sacarle partido.
Como en el caso del análisis al Sony Smartwatch 2 hemos decidido dividir la review al Galaxy Gear en dos partes. Por un lado atenderemos a su faceta de reloj y por otro a su rol como “smartwatch”.

Samsung Galaxy Gear como reloj: diseño

Lo primero que llama la atención en el reloj de Samsung es el tamaño. Destaca a primera vista como un dispositivo grande y llamativo, más alargado que ancho y que encaja en la tendencia de relojes grandes para hombres. Alrededor de la generosa pantalla – volveremos a ella más adelante – cuatro tornillos que ayudan a reforzar el posicionamiento del producto: tecnológico e industrial, algo a lo que el acero ayuda mucho.
Un único botón lateral corona una primera impresión que, aquí no puede uno sino caer en cierto subjetivismo, Samsung ha resuelto de forma solvente pero sin que vaya a pasar a la historia del diseño como un producto icónico.
Galaxy Gear lateral
El reloj forma una pieza con la correa que es insustituible porque parte de la lógica está ahí con la cámara. Fabricada con plástico y con seis colores disponibles, gana al tacto con su superficie rugosa y no desentona con el enfoque cuidado y premium del dispositivo. En este punto Samsung parece haber tenido mucho en cuenta que el reloj es un complemento de moda y que el cuidar materiales y apariencia es nuclear si desea posicionar a Galaxy Gear.
A pesar del grosor – único punto que penaliza realmente el diseño de Gear – en peso no se va de lo que uno puede admitir en un reloj de gran tamaño y con el que espera recibir mucho valor. Transmite en la muñeca una gran sensación de robustez y, en mi opinión de apasionado mucho más por la tecnología que por la moda, resulta bastante atractivo.
Gear correa

Samsung Galaxy Gear: funcionamiento

Lo primero que hay que destacar del Gear en funcionamiento es su generosa pantalla. 1.63 pulgadas con una resolución de 320 × 320 Super AMOLED que tiene un desempeño magnífico, tanto para las operaciones habituales como para incluso ver fotos en ella. Claro que esta pantalla, junto a la alta capacidad de cómputo del dispositivo, tienen un precio alto en la autonomía.
Y aquí entramos en algunas de las variables más problemáticas con Galaxy Gear. Para aumentar la autonomía la pantalla está apagada por defecto y sólo se enciende si pulsamos el botón lateral o, esto es configurable, con el gesto de muñeca por el que volvemos el reloj hacia nosotros. En principio parece una estrategia aceptable, pero en la implementación de Samsung tiene dos problemas: uno es que el gesto de giro de muñeca tiene cierta tasa de error, es decir, que a veces lo intentamos y la pantalla no se enciende. Sucede 1 de cada 20 veces, pero cuando pasa es irritante querer mira la hora y que el dispositivo nos obligue a volver a girar o pulsar el botón. Incluso cuando funciona bien, hay un pequeño retraso de décimas de segundo que no deja de ser peor experiencia frente a relojes con la pantalla encendida siempre.
Galaxy Gear mano
El otro problema es que, a pesar de ello, la autonomía que nos ofrece Gear si lo tenemos sincronizado con el teléfono móvil es de un día. Ciertamente aguanta la jornada completa y se trata sólo de cargarlo cada noche, al menos alcanzan el que podamos despreocuparnos si seguimos la rutina diaria de dejar cargando mientras dormimos, pero la bajada en autonomía respecto a un reloj normal es descomunal. No nos podemos olvidar un par de días del dispositivo porque nos quedamos sin reloj, nos mantiene en la misma tensión de autonomía casi que el smartphone.
Con respecto a la carga hay otro aspecto adicional, que es la necesidad de su carcasa para ello. Encaja muy bien y es rápido en alcanzar el 100% de carga, pero exige otro complemento adicional al cable y enchufe microUSB.
En la variable de “resistencia al agua”, Samsung no hace mucho alarde de ello pero el Gear cumple IP-55 (véase página oficial). Esto quiere decir que en principio es resistente al polvo y al agua si lo tocan en pequeñas cantidades, pero no es en absoluto sumergible. De nuevo tenemos un aspecto a la contra del Gear, si toca lavarse las manos uno puede estar más o menos tranquilo pero ay si se te olvida cuando es hora de bañar a los niños o irte a la ducha.
Está claro que el Galaxy Gear pide varios peajes como reloj, la pregunta está en el siguiente apartado ¿merece la pena lo suficiente lo que ofrece como smartwatch para este sacrificio como reloj normal?

Smartwatch

Algo importante a destacar en Gear es que su apuesta no es sólo la de una ventana a lo que pasa en el smartphone, sino que tiene una fuerte pretensión de que muchas acciones se puedan resolver sólo con el reloj minimizando todavía más el número de veces que sacamos el móvil del bolsillo. Vamos a ver alguna de ellas en un pequeño vídeo amateur que he grabado para mostrarlo.
Para lograr esa pretensión apunta a dos vías. La primera es el interfaz táctil de la pantalla que incorpora un scroll horizontal para movernos por las aplicaciones y admite el gesto vertical que por defecto nos saca la cámara hacia arriba y el marcador de teléfono hacia abajo. La otra vía está en la posibilidad de utilizar SVoice, accesible mediante un click en el icono de aplicación y también con doble pulsación en el botón físico.
A pesar de que SVoice es bastante limitado, creo que Gear ejemplifica que parte del valor en esta categoría va a estar en el interfaz de voz. Cosas que nos han funcionado bien: “llamar a xxx” o “escribir a xxx”… lejos de donde nos gustaría llegar con un buen procesamiento del lenguaje natural, (ej, “envía un mensaje a xxx diciéndole que llego tarde, que vaya directamente a zzzz”), pero al menos resolutivo en un par de casos de uso habituales.
Hablando de “llamar”. Gear permite coger llamadas, rechazarlas… y hacerlas. Es decir, tiene micro y altavoz para hablar con él, planteando un formato que chirriará a muchos: lejos del estilo de Michael Knight en el coche fantástico en el que se llevaba el reloj junto a la boca que puede parecer más natural, Samsung invita a que nos acerquemos el reloj a la oreja con la muñeca hacia adentro. Dudo mucho de que vayan a conseguir la aceptación social del gesto, pero en su defensa debo decir que más extraño parece un manos libres para pasear y que la calidad del sonido en la llamada es sobresaliente.
Cámara Gear
Adicionalmente tenemos la cámara, que permite hacer fotos y grabar vídeo desde una posición, digámoslo así, peculiar. La calidad para lo que esperábamos no está mal, pero es difícil acertar el valor que intuye Samsung en esta característica ¿mayor velocidad frente a sacar el móvil? siguen siendo dos pasos, pero ciertamente es más veloz que sacar algo del bolsillo o bolso … ¿discreción? Parece que no porque cada foto viene acompañada de un sonido notorio. Eso sí, para fotografía callejera resulta bastante interesante, nadie piensa que estés haciendo fotos y en la distancia no se oye si tenemos el ruido de la ciudad.
Foto gear nubladoFoto con gear, exterior nublado
foto con Gearfoto con Gear, interior poca luz
Foto callejera Gear
Foto interior Samsung Galaxy Gear
En lo que a smartwatch y poder prescindir de sacar el teléfono se refiere, el Gear tiene una asignatura importante con las notificaciones y aquí suspende sin remedio. El reloj nos puede avisar de un montón de eventos – configurable – pero a no ser que la aplicación sea la nativa (ej sms, correo), no nos mostrará nada más que “ha llegado y pulsa para ver en el teléfono”. ¿Un correo a la app de Gmail? No muestra ni el emisor ni el asunto ni nada, ¿una mención en Twitter? Tampoco, ¿Un mensaje de whatsapp? Aquí todavía peor, siquiera es posible que nos avise al reloj a día de hoy.
Notificación Gear Galaxy de Twitter
En este aspecto el Gear suspende claramente, aunque a favor de Samsung diremos que esta es una evolución software que podrían afrontar en un futuro cercano, aunque todavía me queda la duda ¿cómo es posible que un valor tan claro que debería ofrecer el reloj no lo esté dando y lo hayan sacado así?
En el resto de aplicaciones destaca el podómetro (aunque aquí creo que en cuantificación la categoría tiene una oportunidad desaprovechada) y la posibilidad de alguna integración bien resuelta e interesante como es la de Evernote, sobre todo para los que lo utilicen para captar y almacenar ideas: desde el reloj, grabas con voz o con vídeo y lo tienes en Evernote sin sacar el teléfono. En estos casos de uso es cuando Gear muestra su potencial. En la tienda de momento encontramos cierto volumen para instalar, pero cuesta encontrar valor (si exceptuamos la app de Line que sí que parece que está bien resuelta)

HiSense XT880 es una Smart TV con resolución 4K por 2.000 dólares

HiSense
Al margen de si hay contenidos o no para el formato 4K, está claro que es lo próximo que los fabricantes nos quieren meter en el salón. Al contrario que tecnologías como el 3D, el aumento de resolución parece una evolución más lógica y palpable, especialmente en paneles de grandes dimensiones.
Por las tiendas ya se dejan ver algunos modelos – por ejemplo Sony – con llamativas demostraciones, pero los precios son todavía altos como para reclamar la atención del gran público. Afortunadamente compañías como Seiki o HiSense quieren democratizar la nueva resolución con sus propuestas al otro lado del Atlántico.
La última propuesta nos llega del gigante chino Hisense – atentos a este nombre en los próximos años -, con su modelo Hisense Ultra HD T880, que tendrá un precio en Estados Unidos de 2.000 dólares, disponible en tiendas especializadas como Walmart y Costco.

Smart TV y conectividad WiFi

HiSense
Estamos ante una Smart TV con 55 pulgadas en su pantalla, y conectividad WiFi, que abre las puertas a servicios como Opera, Netflix, YouTube, Pandora, Twitter o Facebook. Otras opciones de mercado con 4K son más simples que lo que presenta Hisense.
Además de la resolución hay muchos otros factores que determinan la calidad del panel y el televisor, por lo que no podemos determinar que tenemos la mejor opción por contar con 4K (3840 × 2160 píxeles). Pero la llegada de estas propuestas ayuda a bajar el precio, y de alguna forma hace que más gente pueda disfrutar de contenidos UHD.
Más información | Hisense

ASUS Miracast Dongle

ASUS Miracast Dongle
Cada vez son más los televisores que incluyen funciones de conectividad inalámbrica con dispositivos móviles. Sin embargo, no siempre son muy utilizados por desconocimiento por parte del usuario y poca visibilidad por parte del fabricante.
Quizá es por eso por lo que los dongles HDMI como Chromecast, o el que está preparando Sony, están siendo tan populares. ASUS también tiene el suyo en el punto de mira, basado en tecnología Miracast.

Haciendo más visible la conexión TV-móvil

Con el autodefinido nombre de ASUS Miracast Dongle nos llega eso mismo: un pincho que, conectado al HDMI, podemos sincronizar smartphones y tablets para ver imágenes en nuestro televisor sin necesidad de cables ni configuraciones complejas.
Lo interesante de este modelo de ASUS es la posibilidad de replicar en tiempo real la pantalla de nuestro smartphone o tablet. Perfecto para jugar o ver vídeo como si fuera un espejo, habrá que ver la latencia aunque en otros dispositivos, como el One Touch de Sony, la conexión era bastante buena.

ASUS Miracast Dongle, precio y disponibilidad

Su precio es de 79 euros y se espera que llegue a España a finales de noviembre. Sobre la compatibilidad, sólo será compatible de momento con los tablets de ASUS, incluido el nuevo Nexus 7.
Más información | ASUS